En 2005 Fernando y Miguel abrieron las puertas de La Bodega, inspirándose en el espíritu de la isla adoptaron una filosofía que une la humildad ibicenca y la libertad mediterránea y crearon un lugar sin pretensiones que se ha hecho un nombre por su calidad y su buen servicio, convirtiéndose en el punto de encuentro tanto para gente local como amantes de la isla.
La Bodega es el sitio perfecto para disfrutar de deliciosas tapas y buen vino en un entorno auténtico y animado.